Una convocatoria espontanea que surgió en Tik Tok urgió a los inmigrantes del país a no trabajar y dejar de comprar el 14 de febrero.
El propósito, muy ambicioso, era demostrar al país qué tanto depende de los inmigrantes para el pleno desarrollo de la economía nacional.
Muy probablemente, de haber cumplido su objetivo a cabalidad, el 14 de febrero habría sido un día histórico, con millones de ausencias en trabajos clave para el normal funcionamiento de la sociedad.
Pero no fue así. La participación, que, aunque no se creía grande, llegó a ser considerable de acuerdo a la discusión masiva que provocó en redes sociales y en algunos focos del país, no abarcó a mucha gente, especialmente fuera de Washington D.C.
A la capital llegaron alrededor de 1.000 jóvenes inmigrantes para sumarse al clamor, de acuerdo con cuentas de Univision.
Carlos Eduardo Espina, un activista de 23 años, fue la persona que motivó la convocatoria de protesta desde su cuenta de Tik Tok, donde acumula alrededor de 2.5 millones de seguidores.
Carlos Eduardo llegó a Estados Unidos a los 5 años. Su padre es uruguayo.
Carlos Eduardo decidió motivar la jornada de protesta por su insatisfacción con la ausencia de una reforma migratoria, que no parece avanzar.
Tampoco se ve a la distancia un movimiento político que promueva los intereses de los inmigrantes a través de la legislación o la organización civil. Por eso, decidió emprender desde redes sociales para motivar a la población general.
“Pensé que el apoyo estaba, que la gente estaba dispuesta a paralizar los negocios, a dejar sus hijos en casa, salir a las calles, pero viéndolo bien, en D.C. había unas 3.000, pero en otras partes del país fueron unos pocos cientos o docenas”, comentó Carlos Eduardo a Univision.
Carlos Eduardo, a pesar de la experiencia, aseguró a EFE que seguirá usando su voz y sus redes para impulsar el clamor por una reforma migratoria que beneficie a los inmigrantes.
