Desde el inicio del próximo año, las escuelas públicas de Ohio deberán aplicar una restricción total al uso de teléfonos celulares y otros dispositivos inteligentes durante la jornada escolar.
La medida entrará en vigor el 1 de enero y será obligatoria en todo el estado.
Los alumnos podrán llevar sus teléfonos a la escuela, pero deberán mantenerlos apagados y guardados. Existen excepciones limitadas, como situaciones médicas o emergencias, que sí permiten su uso.
La decisión forma parte del presupuesto estatal aprobado meses atrás. Aunque el receso de invierno está próximo, la norma comenzará a aplicarse cuando los estudiantes regresen a clases, ya en 2026. En ese momento, el uso de estos dispositivos quedará prohibido durante las clases, los recreos, los pasillos y el horario de almuerzo.
Varios distritos ya habían adoptado reglas similares antes del mandato estatal.
En Columbus, por ejemplo, la política contra el uso de celulares existe desde hace casi una década y recientemente fue ajustada para alinearse por completo con la nueva ley.
Autoridades educativas aseguran que la reacción de las familias y del alumnado ha sido mayormente favorable.
Señalan que la ausencia de teléfonos ayuda a mejorar el ambiente escolar y permite que los estudiantes se concentren más en las actividades académicas.

