Estados Unidos y China están enfrascados en una “guerra comercial”.
El presidente, Donald Trump, impuso una tasa arancelaria del 145% a todos los productos que el país importa de China, es decir, los productos que entran al país provenientes del gigante asiático.
China, por su parte, impuso aranceles del 125% a todos los productos que Estados Unidos vende a China.
Debido al incremento que ahora tendrá importar productos de China, es probable que los consumidores sencillamente elijan no pagar el sobrecosto.
Los negocios, anticipando la negativa de los consumidores, preferirán, a su vez, no importar y no renovar su inventario con estos productos importados.
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De acuerdo con datos del Censo, Ohio no sale bien posicionado de esta guerra comercial.
En números
En 2024, Ohio se posicionó en el lugar 11° entre los 50 estados del país que más importan mercancía de China.
El costo de esta importación ascendió a los $10.6 billones.
Por otro lado, de acuerdo con el Censo, Ohio le exportó a China alrededor de $3.6 billones en mercancía en 2023, en su mayoría productos agrícolas, como granos, o partes para la industria aeroespacial.
Este intercambio posicionó a Ohio como el tercer mayor exportador de productos hacia China en el país.
De acuerdo con un reporte de 2022 del U.S. China Business Council, alrededor de 30,000 empleos en el estado están vinculados a esta producción de exportación hacia China.
Lo que pierde Ohio
Así las cosas, Ohio estaría ante dos riesgos fundamentales frente a esta guerra comercial.
Por un lado, los consumidores podrían ver sus productos provenientes de China, en su mayoría electrodomésticos y partes de aparatos electrónicos, así como juguetes, incrementar de precio considerablemente.
Los negocios que venden estos productos contemplan llevar estos productos al mercado con el aumento de precio o simplemente prescindir de seguir importándolos.
Y por otro lado, el estado podría perder miles de trabajos, que son empleados para sostener la producción de exceso que es exportada hacia China.