Con el verano vienen los planes en el agua, por eso es importante que todos los padres sepan cómo prevenir ahogamientos, tragedias o accidentes antes de que comiencen los planes de piscina.
Regla de un brazo de distancia
Para evitar un ahogamiento, es importante que los niños estén supervisados en todo momento en una piscina o cerca de cualquier cuerpo de agua.
La recomendación es que los adultos que supervisen a un niño que no sabe nadar muy bien, deben estar dentro de un brazo de distancia en todo momento.
Pues esto les permitirá actuar rápidamente y ofrecer ayuda en cualquier caso de emergencia que pueda ocurrir.
Supervisar atentamente
La supervisión adecuada en el agua en realidad es un trabajo intenso que requiere de atención constante, pero es una medida necesaria para prevenir accidentes de piscina.
Incluso si un niño sabe nadar bien, los adultos a su alrededor deben permanecer alertas en todo momento.
Distracciones como leer, usar el celular o cualquier otra acción que pueda ser una distracción deben evitarse.
Es por esto que los expertos recomiendan asignar un adulto “vigilante” en la piscina o en la playa que pueda estar completamente atento por un breve período de tiempo, y luego rotar este papel a otra persona en intervalos cortos para que sea más fácil permanecer enfocado.
Permanecer sobrio
Cuando un adulto está supervisando a niños en el agua, el alcohol o cualquier sustancia que altere la mente puede llegar a ser su peor enemigo.
Ya que el alcohol disminuye el nivel de alerta y ralentiza los reflejos necesarios para actuar rápidamente cuando se detecta peligro.
Por esa razón es importante tener un adulto sobrio responsable de la supervisión cuando los niños están en o cerca del agua.
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Usar chaleco salvavidas
Los chalecos salvavidas pueden brindar una capa adicional de protección contra el ahogamiento, y servir efectivamente para prevenir accidentes de piscina.
Es más, la mayoría de los estados requieren que los niños los usen en todo momento cuando están en un bote, independientemente de habilidad para nadar.
Aunque igual los padres deben prestar atención a las etiquetas y asegurarse de que el chaleco está diseñado para niños que no saben nadar muy bien.
Desconfiar del agua poco profunda
Aunque pueda parecer que el agua es lo suficientemente profunda como para nadar o jugar, puede ser engañosamente peligrosa.
Incluso si es un niño en una bañera o en una piscina para niños, los accidentes pueden ocurrir.
Dado que cualquier cosa con suficiente agua para cubrir su boca y nariz si no pueden levantarse fácilmente es un peligro.
Recuerda que el agua es impredecible y puede ser peligrosa en cualquier momento, así que debes mantenerte alerta y consciente de tu entorno.
Reconocer signos de ahogamiento o angustia
Aunque el chapoteo, los gritos y la conmoción son obvias señales de ahogamiento, no son las únicas que pueden llegar a suceder.
Por eso es importante estar atento a las acciones sutiles y rápidas, como:
- Un niño inmóvil o boca abajo en el agua
- Un niño nadando en posición vertical pero sin avanzar
- Un niño con la cabeza bajada o inclinada hacia atrás
- Un niño con el cabello cubriendo los ojos o la cara
- Una mirada de miedo o fatalidad en los ojos de un niño
Inscribir a los niños en clases de natación
Las clases de natación no son solo para principiantes o niños, las personas de cualquier edad o habilidad pueden beneficiarse de esto.
Incluso si ya se conocen los fundamentos, nunca está demás expandir esta habilidad y ser aún más seguro en el agua.
Especialmente porque en las clases se pueden aprender tácticas de seguridad como formas más seguras de saltar al agua, cómo escapar de la corriente de resaca o del flujo de retorno del océano, entre otras.
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