Aunque abrir tu propia empresa puede ser un reto, nunca había sido tan fácil como ahora gracias a todas las herramientas y recursos que tenemos a nuestro alcance. Así que si te interesa ser tu propio jefe, estas son algunas ideas de negocios que puedes emprender desde tu casa:
Comprar productos al por mayor y luego venderlos
Un modelo de negocio popular actualmente es comprar grandes cantidades de algún producto para venderlos a un precio más elevado de forma local.
Es posible que hayas viajado a un país nuevo y te hayas encontrado con una gran oferta de un producto que no está disponible en tu ciudad, o que simplemente hayas comprado ropa en plataformas como Shein a un precio económico y las revendas.
Ambos son ejemplos de emprendimientos sostenibles que no son tan complicados de iniciar, siempre y cuando tengas la facilidad de almacenarlos y enviarlos desde tu hogar.
Es más, puedes invertir en un sitio web, redes sociales o simplemente usar tu casa para que las personas conozcan tus productos.
Distribución de productos
En caso de que no te interese producir tus propios productos, o no estes comodo almacenandolos en tu casa, puedes decidir convertirte en distribuidor.
Es decir, un tercero se encarga de toda la producción, almacenamiento y envío de los productos que deseas vender; y tu te encargas de la promoción y servicio al clientes.
Así que tú eres el punto de contacto entre los productores y la audiencia a la que se planea llegar.
Por lo que es tu deber asumir los costos de marketing para que al final de la venta recibas los ingresos.
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Ofrece servicios online
Esta alternativa es para las personas que tengan un talento, habilidad o profesión que puedan ofrecer como servicio desde casa.
Por ejemplo, diseñadores gráficos son personas que pueden perfectamente trabajar desde casa si tienen las herramientas y son bastante solicitados.
Estos tipos de habilidades tiene la opción de trabajar con diferentes tipos de cliente particulares o afiliarse con empresas que requieran de su servicio.
Pero los servicios online no se limitan a eso, puedes dedicarte a la escritura (o cualquier otro medio artístico) freelance, convertirte en asistente virtual, trabajar en marketing, dar consultorías, y muchos más.
Dar clases online
Cuando una persona tiene un talento, habilidad o conocimiento enseñable tiene la opción de convertirse en profesor online.
Este negocio que puedes emprender desde tu casa solo requiere construir credibilidad en tu campo y encontrar un medio en el que puedas realizar las clases.
Algo que se puede lograr desde foros, videollamadas, tutoriales, o material escrito por ti para que tus futuros estudiantes aprendan.
Convertir tu servicio en un producto
Dedicarse a ofrecer un servicio online, o hasta enseñar clases en línea, es un oficio que requiere de una gran cantidad de tiempo para generar buenos ingresos.
Pero si no es algo a lo que te quieres enfrentar, existe una alternativa que aprovecha tus habilidades y no necesita la misma dedicación, se trata de convertir tus servicios en un producto.
Lo que significa empaquetar de alguna forma el trabajo que realices para que pueda ser vendido de forma serializada como cualquier otro producto.
Un ejemplo sería crear una serie de cursos fijos y venderlos a las personas interesadas, sin necesidad de dictar clases personalizadas.
O vender material propio como piezas gráficas, fotografías, videos y música a numerosas personas.
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