Las nevadas de invierno pueden ocasionar la acumulación de nieve que resultan en daños a diferentes partes de nuestras propiedades.
Por eso es esencial estar preparados y tomar medidas preventivas para evitar posibles problemas.
A continuación, exploraremos los daños por nieve más comunes en las casas y cómo prevenirlos.
Nieve en los techos
El peso adicional de la nieve y el hielo puede convertirse en una carga peligrosa para nuestros techos.
Desde grandes bloques cayendo repentinamente hasta infiltraciones de agua en el interior de nuestras casas, es crucial abordar este desafío.
Consejo preventivo: Mantén los techos limpios de nieve, considera sistemas de calefacción para techos y asegúrate de eliminar la nieve de manera regular.
Pasillos resbaladizos
Las aceras y entradas bloqueadas por hielo y nieve no solo representan un riesgo para los dueños de casa, sino también para visitantes y transeúntes, generando posibles reclamaciones de responsabilidad.
Consejo preventivo: Mantén las áreas transitadas despejadas y utiliza sal o arena para reducir la formación de hielo.
Peso del hielo
El peso de la nieve y el hielo puede derribar árboles y ramas, causando daños a nuestras propiedades y cortando líneas de servicios públicos.
Consejo preventivo: Poda árboles y ramas antes del invierno y despeja áreas alrededor de líneas eléctricas y árboles.
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Fallo eléctrico
La pérdida de energía puede tener consecuencias, como la pérdida de alimentos o la falta de calefacción.
Además, puede desactivar bombas sumergibles, aumentando el riesgo de inundaciones.
Consejo preventivo: Considera generadores de respaldo y asegúrate de que los sistemas esenciales estén preparados para emergencias.
Tubos congelados
El aumento del uso de áreas como lavanderías y baños en el segundo piso de las casas ha elevado el riesgo de tuberías congeladas, provocando daños internos costosos.
Consejo preventivo: Aísla adecuadamente las tuberías expuestas y mantén una temperatura interior adecuada.
Riesgos de incendio y monóxido de carbono
El uso frecuente de sistemas de calefacción en invierno aumenta el riesgo de incendios y la liberación de monóxido de carbono.
Consejo preventivo: Realiza mantenimiento regular, instala detectores de monóxido de carbono y sigue prácticas seguras al usar equipos de calefacción.
Intrusión de agua
La fusión de nieve y hielo puede infiltrarse a las casas debido a problemas con aislamientos y sellos en ventanas y puertas.
Consejo preventivo: Inspecciona y mantén áreas vulnerables como ventanas y techos para prevenir infiltraciones de agua.
Obstrucción del medidor de gas
Cuando el medidor de gas queda enterrado en la nieve, puede provocar mal funcionamiento y situaciones peligrosas.
Consejo preventivo: Limpia cuidadosamente la nieve alrededor del medidor de gas, preferiblemente usando las manos.
Conductos del horno congelados
La obstrucción de los conductos puede apagar el sistema de calefacción y, en casos extremos, forzar la entrada de materiales peligrosos como el monóxido de carbono.
Consejo preventivo: Elimina nieve y hielo de los conductos, asegurando un flujo de aire adecuado, y considera detectores de monóxido de carbono.
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